En pleno centro de Quito, en las calles Guayaquil y Esmeraldas, a pocos pasos al norte del Teatro Sucre, se encuentra la Confitería Colonial.
Este lugar, que parece simplemente una tienda, ofrece variedad de abarrotes y dulces tradicionales como: colaciones, higos confitados, turrones, etc. Pero lo característico de la confitería es su especialidad en sánduches y helados.
Entre los sánduches, los clientes prefieren los de jamón, pernil y mixtos; que a más de ser grandes, son baratos: entre 1.50 a 2.50 dólares.
¡Qué decir de los helados! Un vaso grande de helado tipo sundae, con grageas, marmoleado de mora y una galleta, es el postre perfecto de la Confitería Colonial. Quien va a comprar un cigarrillo, un snack o cualquier producto, cae en la tentación de tomarse un heladito. Y cómo no hacerlo, si se ven deliciosos y por tan sólo 80 centavos.
El local es pequeño, cuenta con un par de mesas; pese a ello, la atención y limpieza son muy buenas. Los clientes van más a la confitería para comprar al paso.
Ya saben que si están de paseo por el centro histórico, no pueden perderse de los dulces, sánduches o helados de la Confitería Colonial, que ya forma parte de las tradiciones quiteñas.